miércoles, 12 de junio de 2013

DE SAMANÁ A AZORES

En rumbo directo, la distancia entre Samaná y Azores es de 2450 millas y teniendo en cuenta la  Meteo prevista, después de la salida el día 10 nos esperaban unos primeros días de vientos de proa para después ir rolando más hacia el Sur que nos permitirían poner rumbo directo a La isla de Faial en Azores.
 
La previsión se cumplió pero con unas olas cortas que nos castigaban a nosotros y al barco a base de pantocazos continuos, lo que provocó las roturas, primero del soporte del botalón en la proa, y días después del obenque diagonal de estribor.
 Cuando se rompió el obenque nos quedaban 1300 millas hasta Azores y se imponía una reparación de urgencia para poder seguir navegando a vela y tratar de evitar la rotura del mástil.
Por lo tanto me vi obligado a subirme al mástil, hasta la segunda cruceta para pasarle un cabo con el que se sustituía provisionalmente el obenque roto. Después de cuatro subidas conseguí colocar el cabo correctamente y pudimos seguir navegando a vela, aunque la mayor con el tercer rizo tomado. Después de esto  he prometido seriamente no volver a subirme navegando, nunca más al mástil.
 
La navegación se complicó un poco más al empezar la vela mayor a deslaminarse sin previo aviso, posiblemente debido al deterioro producido por el Sol. Con la vela en estas condiciones seguimos navegando aunque a un ritmo mas lento, pero al fin después de 15 días, arribamos a Horta. 
   
 
 
                                                             Samaná en la popa  
                                      Al segundo día de navegación con el Genaker arriba
 
                                        Felices y contentos antes de empezar las roturas
 
                                           Manolo Muñoz en su primer Atlántico
 

                                Primeros síntomas de deslaminación en la parte alta de la vela
                                          Así quedo la proa después de ser arrancado el botalón
 
Sigue el deterioro de la vela 
 
Ésta es la pieza del tensor del obenque que se rompió
 
                Aquí se puede ver el cabo pasado por encima de la cruceta y reenviado a cubierta
 

Como se puede ver el obenque no está en su sitio. Aquí esta sujeto con otro cabo y reenviado a cubierta y a un winche para darle tensión.
                       A pesar de las dificultades se siguió navegando con relativa normalidad
 
                                                   Luna llena la noche antes de la llegada
 

Así llegó la vela mayor. Destrozada totalmente, la tuve que reemplazar por la que me enviaron desde El Puerto y ésta se quedó desmontada en Azores 
Sistema de poleas para reenviar los cabos sustitutos del obenque a los winches de popa
 
 
Las islas de Faial y de Pico por la proa
 
 
 

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